Una utopía cósmica en altamar
2 comentarios Publicado por Atalea de Lope' en lunes, octubre 31, 2011
Una utopía cósmica en altamar
O la historia errante envuelta en una copa y una botella.
Hace un tiempo, en algún lugar cuyo origen no recuerdo -o no quiero
recordar-, leí que una utopía cósmica era pretender meter la luna en una
botella y, seguramente, enviarla al mar. La luna me hace pensar en un mensaje
inconquistable, de esos cuyo destinatario navega por ahí en el mar; en ese
orden de ideas, estas letras son una utopía cósmica, son un mensaje
inconquistable para un destinatario que está navegando en algún lugar del
mar.
Y tú, como destinatario, sabrás que esta es otra de esas utopías que navegan
en el mar, buscando una sombra, una isla perdida que les salve el naufragio
repentino, el mismo que las lanzó a andar. Tú, que tanto sabes de viajes
irreversibles, sabes lo que se siente echar andar, sin más, con ansias de
caminarte el mundo a punta de café y sueños; siempre te admiré la ligereza, esa
misma que descubrimos juntos cuando nos encontramos despistados en una noche
sin sueño, se nos cruzaron las vidas y decidimos sentarnos a hablar. Ya
sabes, no deja de ser curioso cómo nos envolvió la vida, sin aviso y de repente
estábamos coqueteando juntos con la eternidad.
Era viernes, por descarte, pudo ser fácilmente cualquier otro día. No
faltaba mucho para las tres cuando se nos ocurrió saludarnos, cruzarnos los
trabajos y conversar extravagancias mientras se desencadenaba un aguacero
rítmico, arropando la ciudad.
El afán de las cuatro menos un cuarto nos sacó del edificio, y empezamos
a caminar sin rumbo, como tú decías, al borde del vacío. Fueron diez cuadras
quizá las que recorrimos, hasta que mudamos las palabras y decidimos ir por una
copa. Me alcanzaste y me llevaste a caminar por un par de árboles mojados, en
ese corredor encantado por la noventa y cuatro con trece. Entramos a un sitio lounge, empapados, con el glamour en el
piso y tomados de la mano, sin tener muy claro qué acababa de suceder.
-Échate un trago, bonita –me susurraste y nos lanzamos a hablar, reinventando
un poco el día. Y las copas vacías tintineaban, reflejando rayos de un sol
dormido, como un prisma ensombrecido con rescoldos de lluvia, hasta que con un
beso, dos, o tres me enmudeciste las palabras.
¿Recuerdas el trancón asombroso de esa media tarde? La risa ahogada
que soltaste y cuando se nos cayó todo ese informe al agua. Así nos cayó la
vida, amor: de un golpe, de un tajo, así y aunque algunas cosas queden
suspendidas, la vida aterriza y a veces lo hace en los lugares más inesperados.
Después de un par de meses agitados, nos llamabas utopía y nos aferrabas
a ese sin-lugar que nos llenaba de luz hasta las entrañas. Incluso cuando
supiste que te irías al fin del mundo, nos llenamos de luz, de paz, de
inquietud y de miedos a ciertos fantasmas. Soñamos con el espacio que existe
entre gota y gota de lluvia que caerá al mar en el que encontrarás esta nota, y
prometimos que nuestra historia plena de lugares comunes encantadores y risas
frescas al ocaso, iluminaría estantes llenos de historias, no para terminar el
día, sino para comenzarlo. Y me nombraste infinito y yo te nombré sueño no
soñado; me amaste sin voz, y yo te desdibujé los labios.
Lo que más amé de amarte tanto, vida mía, fue podernos envolver juntos
en brevedad; saberte ido, saberte vivo, saberte efímero me llenó de vitalidad.
Y yo te pintaba, y tú reías; yo cantaba, y tú me abrazabas mientras dormía. Y
ya sabes, de cuando en vez acariciábamos juntos el amanecer. Me buscabas, te
encontraba, me preguntabas: ¿de dónde vendrás, señorita atemporal? Éramos así,
amantes de lo invisible, tal vez en constante delirio, y uno exquisito.
Al lanzar la botella
al agua, sé que estas letras llegarán a ti tarde o temprano, pero en el
instante justo, después de todo, creo con firmeza en la puntualidad del azar. Sé
que las encontrarás vagando, y tú, que tanto crees en el destino, de una vuelta
a la tuerca sabrás a la perfección de que te estoy hablando.
Sin tenerte te tendré
siempre, como finitud y como brevedad, aún ignoro si por eternidad; en mi vida
estarás dos veces: como ficción y como recuerdo. Tal vez te vea en otra vida,
tal vez te pierdas en las hojas y los pliegues del tiempo, pero de alguna forma
ahí estarás. Esa es quizá tu pequeña victoria. Supongo que al final el olvido
no existe, que podré encontrarte en una esquina cualquiera y que te veré por
ahí, enredado en los hilos de mis propias historias y de las historias de
otros, extraviado en el mundo, como un fragmento de ensueño.
Cito tus –quizá- más
hermosas palabras: Sometimes being with someone
is pretty different than we thought; let someone go, love someone without
chains, without past and without future, even when actually someone is leaving,
may be it is the real love. Nobody has nobody. Present is a gift.
Y sabrás que cuando vuelva a ese cielo, mi primera palabra tendrá tu
nombre. Ahí te va un beso eterno mientras tanto.
Veinticinco cosas que usted debería saber de mí, Parte II
2 comentarios Publicado por Atalea de Lope' en jueves, marzo 03, 2011Veinticinco cosas que usted debería saber de mí.
Parte II
1. La vida va mejor a
sorbos cortos, musicalizados, vívidos, danzados y cantados.
2. Creo en la
justicia poética y en las coincidencias, por propia experiencia.
3. Nada como bailar,
hablar, reír y escribir hasta el desaire.
4. Dormir; tiempo de
ensueño, tiempo hermoso e invaluable.
5. Estoy rodeada de
gente asombrosa :).
6. Procuro amanecer
cada mañana con una palabra: Namasté. Ella y toda su literalidad.
7. En algunas cosas,
pretendo ♫mantener
el asombro hasta el final ♫.
8. La muerte y la
vida, así como el bien y el mal, son sólo estados de la energía en constante
tránsito; el presente es un roce con la eternidad.
9. Siempre habrá un
nuevo tango que escuchar.
10.En cuestión de
humor soy de paso ligero, de risa fácil, mirada tranquila y altivez al andar.
11.Sin embargo, tengo algunos límites delicados, de esos que una vez
tocados, se despliegan hacia un quiebre irreversible.
12.Así, cuando la
temperatura de mi genio se acrecienta, como un alimento que hierve en cocción y
suelta sustancias, liberando nuevos aromas y nuevas formas, así mismo alcanzo
una lucidez asombrosa y tomo esas decisiones esenciales e irrevocables que en
ocasiones es necesario tomar.
13. Mi bossanova favorito es Insensatez, de
Jobim.
14. Allegro Vivace: Amante de la belleza y
del azar. La vida está llena de tardes mágicas e inesperadas.
15. Ni de religión ni
de política se habla en la mesa… a menos que los participantes tengan la
entereza de discutir argumentos sensatos, guardar las dagas de las palabras y
tener un diálogo productivo, sin violencia.
16. Relax,
take it easy.
17. Cosas
encantadoras y aquellas personas que ven más allá, personas que tienen un
ligero atisbo de inmensidad.
18. Cosas
insoportables, los curules y la hipocresía.
19. Ante todo la
sabrosura.
20. Amor, libertad y emancipación; volar hasta donde sea posible, e indudablemente más allá.
21. Leeré y escribiré
hasta el fin de los tiempos.
22. Tinto, vainilla,
clavo y canela.
23. A posteriori, podemos decir que soy una
mujer muy feliz, plena y agradecida por tantas cosas hermosas que he podido
presenciar.
24. A priori, tengo una irremediable
tendencia al delirio.
25. Al tiempo, lo que
es del tiempo; al aire, lo que es del aire.
(Foto tomada por mi Madre a mis 4 años de edad, apróximadamente).
(Foto tomada por mi Madre a mis 4 años de edad, apróximadamente).
Etiquetas: About me
Veinticinco cosas que usted debería saber de mí.
0 comentarios Publicado por Atalea de Lope' en domingo, enero 23, 2011
Veinticinco cosas que
usted debería saber de mí.
1. No
soporto las aceitunas, a menos, claro, que adornen la tez de un Dry Martini.
2. Mi
licor favorito es la Ginebra (sí, es femenino, yo tampoco lo sabía).
Mejor aún
sí
está
combinado con Vermouth, con tónica, vodka u otros souvenirs.
3. Tengo
una inevitable tendencia a la alegría y un tanto
al delirio: repentinas epifanías de encuentros con la
divinidad de la existencia.
4. Prefiero
la elegancia en el vestir, en el hablar, así como en los actos y en
las palabras.
5. Me
caracteriza una sensibilidad exquisita: el mundo puede ser hermoso, terrible o
patético, del mismo modo y en
el sentido contrario.
6. Tengo
una fascinación asombrosa por la música de las películas.
7. En
cuestión
de clichés, no me canso de leer a Silva, a Baudelaire, ni a Cortázar.
8. Deliro
por las cosas extrañas y mágicas, la rutina me agota, la monotonía
me priva.
9. Sostengo
con firmeza que cada cual escribe su propia historia, su propia voz dibuja sus
hazañas.
10. Me enloquece saber qué región
del mundo nos lleva 24 horas exactas (Sí, sí,
y también aquellas curiosas ganas de llamar desde el otro lado del mundo y
gritar que estoy llamando desde el futuro).
11.
También tengo una fascinación curiosa -netamente cultural y académica-
por la época de la segunda Guerra Mundial.
12.
Siempre que sea posible viviré viajando.
13.
Cada pequeño
momento de mi exquisita existencia tiene una melodía
de fondo, y la vivo y la gozo.
14. En efecto, soy aquella hopeful-romantic girl en
el fondo y estoy orgullosa de ello.
15. Nunca
he podido con Lucáks.
16. Firme
seguidora del refrán ‘No hay que dejar pasar la eternidad’.
17. Aprenderé
todos los idiomas que pueda.
18. Me
apasiona la dinámica del Póker, así
no lo entienda lo que debería.
19. Soy
soñadora
cursi amateur y, al
parecer, bastante efectiva.
20. En
esa misma línea, a veces deseo con todas mis fuerzas que mi vida sea
un musical.
21. Podría
gastar fortunas en libros, vestidos, zapatos, accesorios y buenos restaurantes.
22. Siempre
he querido aprender a tocar fagot, xilófono, bandoneón
y arpa.
23. Amo
cantar, con todas mis fuerzas.
24. Bossa-Nova hasta el desaire, melodías
plenas de elegancia acariciando mis oídos.
25. Mi
mejor arma y favorita es la risa, a la postre, mi sonrisa. Jo, jo.
(Foto por mi madre; soy yo a los 4 años de edad, aproximadamente).
Overture: Allegro vivace in C major. Op. 1.1.11.
1 comentarios Publicado por Atalea de Lope' en martes, enero 04, 2011
Overture: Allegro vivace in C major. Op. 1.1.11.
A lo largo de mis estudios alrededor de las letras, he notado una inevitable timidez literaria creciente en mí y he decidido, muy a mi pesar y al de muchas posiciones críticas, dejarlo atrás y escribir y escribir, aunque lo que salga no sea nada. Escribir por escribir, porque tengo las letras y las ganas. Quizá las líneas aquí trazadas no traspasen la eternidad, quizá la calidad sea menos de la esperada por mis propias expectativas, pero tengo mi voz intacta y quiero manifestarla. Me ha gustado escribir desde siempre y lo quiero hacer por placer. Dejaré que el lector juzgue, que el espectador juegue con lo que tengo para darle, lo demás vendrá por añadidura. Así que bienvenido a la nueva obertura de un espacio que cree hace años, pleno de mi naturaleza apasionada, de algunos fragmentos de mi propia historia y otros de algunas historias inventadas. Así que adelante pues, querido lector, espero que disfrute, está en casa.
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